Es fundamental tener controlados los costos fijos y variables de una empresa. El beneficio no está en las ventas, sino en la habilidad que tengas para optimizar tus costes.

Una empresa ha de vender sí o sí (sin venta no hay negocio), pero puede vender mucho y tener pérdidas por no saber gestionar bien sus costes. Por ello, debes saber cuales son los costos fijos y variables de tu empresa.

1. ¿Qué son los costes de tu empresa?

Son aquellos gastos a los que has de hacer frente para poder desarrollar tu actividad. Existen dos tipos de costes en todo negocio:

• Costes fijos.
• Costes variables.

Para ver en qué consisten los costos fijos y variables de una empresa te explicaré en qué consiste cada uno. También puedes ver qué son los costes directos e indirectos y ejemplos.

1.1 Definición de Costes Fijos

Los costes fijos son los gastos que vas a tener simplemente por tener abierto tu negocio, es decir, los gastos que tu empresa debe pagar, con independencia de que esté produciendo o tenga ventas de productos o servicios.

También son conocidos como costes indirectos, al estar relacionados de forma indirecta con la producción de tus productos o servicios.

Siempre debes tener un fondo de dinero que cubra un mínimo de tres meses de tus costes fijos.

Estos gastos son fundamentales para calcular las necesidades de financiación que tendrás. Tanto en el momento de iniciar actividad como cuando estés en pleno funcionamiento.

1.2.    Definición de costes variables

Los costes variables son aquellos que están directamente relacionados con la producción de tus productos o servicios. También son conocidos como costes directos. Cuanto mayor sea el volumen de tu producción, más costes variables tendrás.

Más adelante veremos más detenidamente en qué consisten los costes fijos y variables con ejemplos.

2. Ejemplos de costes fijos

Como hemos visto, los costes fijos son aquellos que siempre tendrás que pagar, independientemente de que estés trabajando o vendiendo tus productos o servicios. Los ejemplos de costes fijos que se pueden aplicar en general a cualquier negocio son:

• Sueldos de empleados: los salarios de tus trabajadores los tienes que pagar, abras o no abras tu negocio.
• Seguridad social de los empleados y empresario.
• Alquileres: de nave, local u oficina.
• Reparaciones: si tienes que hacer alguna reparación de mantenimiento o puesta en marcha de maquinaria o instalaciones, la tienes que pagar aunque el negocio lo tengas cerrado.
• Servicios profesionales: el asesor contable, fiscal o laboral, director financiero externo, community manager, informático, abogado, etc.
• Transporte: gastos de desplazamiento por trabajo.
• Seguros: responsabilidad civil, contra incendios, vehículos, etc.
• Servicios bancarios: según tu estrategia financiera, los gastos por los servicios y financiación que te presten los bancos con los que trabajas.
• Publicidad: objetos publicitarios, valla publicitaria, cuña de radio, anuncio en prensa, Facebook Ads, Google Ads, etc.
• Suministros: electricidad, agua, calefacción, teléfono, etc.
• Impuestos: impuestos locales y regionales.
• Amortizaciones: parte proporcional de las inversiones que se llevan a gastos cada año.
• Otros gastos: este es un cajón de sastre donde puedes meter gastos que no sabes dónde ubicarlos.

La rentabilidad de tu negocio se obtiene con la gestión eficiente de tus costes.

3. Ejemplos de costes variables

Los costes variables son aquellos que dependen de la producción de los productos o servicios de tu empresa. Los ejemplos de costes variables que podemos aplicar en general a cualquier negocio son:

• Compras de materias primas: es la compra de materiales que necesitas para producir tus productos o servicios, por ejemplo, comprar madera para construir una mesa.
• Compras de productos terminados para su venta: es la compra de materiales que necesitas para vender tus productos o servicios. Por ejemplo: compra de embutidos para poder vender en una carnicería.

• Compra de envases y embalajes: necesarios para la distribución y venta.
• Gastos de transporte: tanto para traer la materia prima o productos terminados, como para enviar el producto vendido.
• Costes por cobros: comisiones de TPV, PayPal, plataformas de venta, etc.
• Contratación de servicios de profesionales: son aquellos servicios directamente vinculados al proceso productivo o venta de tus productos o servicios. Por ejemplo: contratación de un lacador, para lacar la mesa que hemos fabricado.

• Sueldos y Seguridad Social: de aquellos empleados que estén claramente identificados con el sistema productivo de tu empresa.

4. Conclusiones

Es básico para la rentabilidad que se controlen los costes fijos y variables de una empresa, midiendo, ajustando y optimizando de forma permanente.

La rentabilidad de tu negocio se obtiene con la gestión eficiente de tus costes, no con el crecimiento sin control de tus ventas.

Muchas gracias por tu tiempo, espero que te haya sido útil y práctico. Por favor, déjame un comentario diciéndome qué te ha parecido y si te ha gustado.

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