
15 Dic La falsa tranquilidad de tener dinero en el banco
Ves tu cuenta bancaria y respiras tranquila. Hay saldo. No estás en números rojos. Incluso podrías hacer un pago importante este mes. Pero eso no significa necesariamente que tu empresa vaya bien.
La mayoría de las empresas confunden tener dinero en el banco con tener beneficios. Y aunque la liquidez es importante, si ese dinero no te pertenece del todo, porque parte es del IVA, de proveedores aún por pagar o de facturas pendientes de cierre, la sensación de seguridad es solo aparente.
Tener dinero en la cuenta no es lo mismo que tener rentabilidad. Si tomas decisiones basándote únicamente en el saldo, estás gestionando a ciegas.
En este artículo vamos a desmontar esa falsa sensación de control financiero que da el banco y a explicar qué debes mirar realmente para saber si tu negocio es rentable, no solo solvente.
Qué está pasando y por qué es un problema
Cuando pregunto a un empresario si su empresa va bien, muchas veces me responde: “De momento hay dinero en el banco.”
Esa frase es un clásico, y también una trampa. La liquidez da una falsa sensación de seguridad: permite pagar sueldos, afrontar imprevistos o plantear inversiones. Pero la realidad es más compleja: ese dinero no siempre es tuyo.
Si no sabes de dónde proviene ni cuánto saldrá en los próximos días, estás tomando decisiones con una tranquilidad ficticia.
Entre ese dinero puede haber:
- Facturas pendientes de pago a proveedores.
- IVA y retenciones que deberás liquidar el mes siguiente.
- Nóminas y seguros sociales aún no cargados.
- Anticipos de clientes por trabajos no entregados.
Mientras tanto, quizá estés pensando en contratar personal, ampliar equipo o subirte el sueldo sin saber si el dinero realmente te pertenece.

Cómo saber si tu empresa va bien
Para dejar de depender del saldo como único indicador, necesitas mirar tu empresa con perspectiva. Estos tres pasos te ayudarán a tener una visión real.
1. Separa lo que tienes de lo que te pertenece
El primer paso es distinguir lo que ves en la cuenta de lo que realmente te queda.
Si el banco muestra 25.000 €, pero debes 10.000 € a proveedores, 5.000 € de impuestos y 3.000 € en nóminas, el dinero disponible real es de 7.000 €. Y esa cifra cambia por completo tus decisiones.
Muchos empresarios creen que tienen liquidez, pero cuando se desglosan los importes, una parte importante del saldo ya está comprometida.
2. Trabaja con previsiones de cobros y pagos
Otro cambio fundamental es dejar de mirar solo el presente. Tener saldo hoy no garantiza estabilidad si en diez días vence una factura importante y no sabes si entrará el cobro esperado.
Por eso conviene llevar un registro sencillo un Excel o una herramienta básica donde anotes:
- Qué dinero va a entrar esta semana o mes.
- Qué pagos tienes previstos.
- Qué saldo quedará tras esas operaciones.
Este hábito transforma la manera de decidir. Ya no actúas “porque parece que hay dinero”, sino porque sabes qué ocurrirá en tu caja.
Y lo más importante: puedes anticiparte. Si prevés quedarte corto, tendrás margen para ajustar gastos, negociar plazos o mover cobros.
3. Revisa márgenes y beneficio real cada mes
Aquí está el punto clave: hay empresas que venden mucho y tienen liquidez, pero no ganan dinero.
Sus márgenes son demasiado bajos o sus costes se han disparado. Por eso conviene revisar mensualmente:
- Qué margen deja cada línea de negocio.
- Cuánto beneficio queda tras los gastos.
- Si el negocio acumula rentabilidad o solo sobrevive.
Este análisis revela líneas que no compensan o gastos que crecen sin control. Revisar tus márgenes te permitirá detectar fugas antes de que se reflejen en tu cuenta bancaria.
Cómo mejoramos la salud financiera de nuestros clientes
Una frase habitual cuando empezamos a trabajar con una empresa es: “Veo dinero en el banco, pero no sé si voy bien o solo estoy aguantando.”
Ese “no sé” es el verdadero problema. El banco te dice lo que tienes hoy, pero no lo que ocurrirá en una semana ni si ese dinero está comprometido.
Por eso, antes de revisar balances o ratios, analizamos qué información usa el empresario para decidir. Y casi siempre, la única referencia es el saldo.
El primer paso es desmontar esa falsa seguridad y enseñar a mirar más allá.
Creamos una previsión de entradas y salidas que ofrece visibilidad futura, ayudamos a separar dinero disponible de dinero pendiente y revisamos márgenes.
No hacen falta fórmulas complicadas, solo preguntas clave:
- ¿Este mes has ganado dinero?
- ¿Cuánto del saldo actual es realmente tuyo?
- ¿Qué pasará si no entra nada más esta semana?
Cuando el empresario responde con datos y no con intuiciones, empieza a liderar desde el control, no desde la incertidumbre.
De la ilusión a la claridad
Ver dinero en la cuenta genera alivio, y no es poca cosa. Pero esa tranquilidad es frágil si no sabes de dónde viene el dinero, cuánto durará o si realmente es tuyo.
El banco no te dice si estás ganando o solo sobreviviendo. Tampoco si ese dinero proviene de una venta rentable o de una deuda futura.
La verdadera tranquilidad financiera no está en el saldo, sino en la claridad: saber lo que entra, lo que sale y lo que realmente te queda. Y no hace falta ser experto en finanzas: solo necesitas una forma sencilla de mirar tus números y entender lo esencial, sin tecnicismos ni agobios.
Si empiezas por ahí, dejarás de vivir pendiente del saldo y empezarás a dirigir tu empresa con criterio, visión y calma.
¿Quieres recibir cada semana estrategias claras para entender tus finanzas y tomar decisiones con seguridad? Suscríbete a mi newsletter y empieza a reconciliarte con tus números paso a paso.
No hay Comentarios en La falsa tranquilidad de tener dinero en el banco