
07 Jul Cómo medir la rentabilidad de empleado antes de contratar
¿Puedes permitirte contratar a alguien más? La pregunta financiera que todo CEO debe responder con datos.
En muchas pymes, la decisión de incorporar un nuevo miembro responde a la urgencia del día a día, pero ignorar la rentabilidad de empleado puede poner en riesgo la viabilidad de tu negocio desde el primer mes. Antes de dar ese paso necesitas datos concretos que te permitan sostener la contratación sin sacrificar el margen de beneficio.
Para tomar decisiones estratégicas basadas en la rentabilidad de empleado es imprescindible cuantificar no solo el coste real de cada trabajador, sino también su aportación en ingresos, eficiencia y calidad de servicio.
El error más común al medir la rentabilidad de empleado
Contratar por intuición sin analizar con detalle suele implicar:
- Coste real del empleado: salario bruto, cargas sociales, variables, herramientas, formación y tiempo de onboarding.
- Aporte al negocio: incremento de ventas, ahorro de costes, disminución de errores o liberación de tiempo al equipo directivo.
- Rentabilidad neta: diferencia entre aportación económica y coste total, expresada en porcentaje.
Cuando no se mide la productividad y la rentabilidad de empleado el resultado habitual es una estructura sobredimensionada que consume margen y genera tensión en la tesorería.
Aspectos clave antes de ampliar tu equipo
Antes de incorporar un nuevo perfil, recopila y analiza estos datos:
- Función concreta y carencia actual: define qué tarea cubrirá y por qué no se está realizando con eficacia.
- Impacto esperado: estima cómo influirá el puesto en la producción, las ventas o la eficiencia interna.
- Coste completo del puesto: incluye salario, formación, herramientas, espacio, equipo y horas de onboarding.
- Margen operativo disponible: comprueba si tu margen actual absorbe ese coste sin reducir el beneficio por debajo de tu objetivo (por ejemplo, un 10 %).
- Alternativas a la contratación: valora opciones como freelance, servicios externos o contratos temporales.

Cómo calcular si puedes permitirte contratar
A continuación, el esquema que aplicamos con nuestros clientes para evaluar nuevas incorporaciones:
1. Coste real anual del puesto
Suma salario bruto, cargas sociales, formación, herramientas y horas de onboarding.
2. Retorno esperado
Determina si el puesto generará más ventas, reducirá costes, mejorará la calidad o liberará al equipo directivo.
3. Margen operativo actual
Verifica que tu ratio de beneficio cubre el nuevo coste sin caer por debajo del nivel objetivo.
4. Escenarios de estrés
Analiza si podrías mantener ese coste fijo si las ventas bajaran un 15 % durante tres meses.
5. Indicadores de rendimiento
Define KPIs claros para medir la productividad y la rentabilidad de empleado tras la contratación.
Ejemplo práctico de impacto en el beneficio
Una pyme de servicios contrató a dos profesionales sin evaluar costes ni rentabilidad de empleado. En el primer año:
- Facturación: + 8 %
- Costes de personal: + 22 %
- Beneficio neto: − 40 %
Tras implantar un cuadro de mando que midió el aporte real de cada puesto, identificamos tareas automatizables y servicios externos más rentables, reajustamos la plantilla y, con la misma facturación, duplicaron su beneficio al año siguiente.
Contratar no siempre es la solución definitiva: en ocasiones revela problemas de organización o procesos mal definidos. Tu labor como CEO es tomar decisiones fundamentadas en análisis de datos financieros, no en urgencias.
Si necesitas evaluar si es el momento adecuado para ampliar tu equipo y asegurar la rentabilidad de empleado, puedo ayudarte a hacer los números y elegir la mejor estrategia.
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