Necesitas una estrategia que marque el camino
Todos los negocios tienen una brújula que señala al norte.
No es difícil saber lo que queremos conseguir, ¿no?
Pero al levantar la vista solo se ve una montaña que se interpone entre el “dónde estoy” y el “dónde quiero estar”.
Si lo piensas, solo hay dos caminos: atravesar o bordear.
Y si acabas de afirmar cuál es para ti la mejor opción, te diré que no estás listo para saberlo.
Porque antes de definir la estrategia, necesitas averiguar más cosas:
¿Has realizado un análisis interno y un análisis externo de tu negocio?
¿Sabes cuál es tu valor diferenciador?
¿Has definido la misión, visión y valores de tu negocio?
¿Has llevado a cabo un análisis de la competencia?
¿Sabes quién es tu público objetivo?
¿Has elaborado un mapa de posicionamiento?
¿Has calibrado si tus finanzas te permiten invertir en tu negocio?
Son solo unas pocas preguntas para saber en qué punto te encuentras y con qué recursos dispones. Solo así podrás saber qué camino es el más adecuado para ti.
Atravesar o bordear una montaña te lleva al mismo punto. No hay mejor ni peor.
La única diferencia es si estás preparado para afrontar obstáculos y aprovechar oportunidades.
Por eso la elección del camino es el comienzo de tu plan de negocio. Y si cumples bien la estrategia, obtendrás más que la tranquilidad en tu proyecto.